Después de atravesar el embarazo y el posparto, tu cuerpo cambia. Se transforma para dar vida, alimentar, sostener. Y entre todos esos cambios, tus mamas también viven un proceso intenso. Por eso, incorporar la autoexploración mamaria en esta etapa es un gesto de cuidado profundo hacia vos misma 💗.
No se trata de buscar problemas, sino de conocer mejor tu cuerpo, registrar lo que es normal para vos, y detectar cualquier cambio que merezca atención. La autoexploración no reemplaza a los controles médicos, pero sí puede ser una herramienta poderosa para la detección precoz.
¿Por qué hacer una autoexploración después del embarazo?
Durante el embarazo, tus mamas se preparan para la lactancia. Aumentan de tamaño, cambian de textura, y en el posparto pueden aparecer bultos benignos relacionados con la producción de leche o la congestión mamaria.
Pero, más allá de la lactancia, es importante estar atenta a señales que podrían indicar otras condiciones. El cáncer de mama también puede presentarse en mujeres jóvenes, incluso durante el posparto o el período de lactancia, aunque no es frecuente. Y cuanto antes se detecta, mejor es el pronóstico.
“Conocer tus mamas en cada etapa te ayuda a confiar en tu intuición y cuidar tu salud con amor y presencia.”
¿Es seguro hacerlo si estoy amamantando?
Sí. La autoexploración se puede y se debe hacer incluso si estás dando el pecho. Solo hay que tener en cuenta que la textura mamaria puede variar día a día, según la cantidad de leche acumulada, la hora de la última toma y otros factores naturales.
Lo ideal es hacer la exploración después de una toma o extracción, cuando el pecho esté más blando. Así podrás detectar con más claridad cualquier cambio anormal.
¿Con qué frecuencia conviene explorarme?
Una vez al mes es suficiente para la mayoría de las personas. Podés hacerlo siempre el mismo día (por ejemplo, el primer lunes de cada mes) o cuando te resulte más cómodo. La constancia es más importante que la perfección.
¿Qué necesitás para hacerlo?
- Un espejo de cuerpo entero o medio cuerpo.
- Un lugar tranquilo con buena iluminación.
- Tus manos limpias y secas.
- Una superficie donde acostarte (si hacés parte del examen en posición horizontal).
Pasos para una autoexploración mamaria efectiva
👁️ Observación frente al espejo
De pie, con los brazos relajados a los lados, observá ambas mamas:
- ¿Tienen el mismo tamaño y forma que siempre?
- ¿Hay enrojecimiento, retracción de la piel o pezones?
- ¿Notás algún hundimiento, asimetría o secreción sin causa?
Repetí la observación con los brazos en alto y luego con las manos apoyadas en la cadera haciendo una leve presión.
✋ Palpación de pie o en la ducha
Con el brazo izquierdo detrás de la cabeza, usá los dedos de la mano derecha para recorrer la mama izquierda con movimientos circulares suaves, como si estuvieras dibujando espirales o líneas verticales.
- Palpá toda la mama, desde la clavícula hasta debajo del busto, y desde el centro del pecho hasta la axila.
- Luego hacé lo mismo del otro lado.
Podés usar un poco de jabón o acondicionador si estás en la ducha, para facilitar el deslizamiento de los dedos.
🛏️ Palpación acostada
Acostate boca arriba con una almohada pequeña bajo el hombro del lado que vas a revisar. Colocá ese brazo detrás de la cabeza y repetí la exploración como en la ducha.
No te olvides de revisar también la zona de la axila y por encima de la clavícula.
¿Qué señales deberían llamarte la atención?
Algunos signos que requieren consulta médica son:
- Bultos que no desaparecen tras la lactancia o extracción.
- Cambios repentinos en la forma o tamaño de una mama.
- Piel con aspecto de "piel de naranja".
- Retracción o inversión del pezón.
- Secreción anormal que no es leche, especialmente si es sanguinolenta.
- Dolor persistente en una zona específica sin causa aparente.
No todo bulto es cáncer. Muchas veces se trata de quistes, galactoceles (acumulaciones de leche), o tejido glandular normal. Pero ante la duda, siempre es mejor consultar 🩺.
¿Qué pasa si me encuentro algo?
No te asustes. Respirá. Lo más probable es que sea benigno, pero tu profesional de salud es quien puede ayudarte a evaluarlo.
El médico puede indicarte una ecografía, mamografía o resonancia según tu edad, antecedentes y características del hallazgo. Cuanto antes consultes, más claridad vas a tener. Y eso también es tranquilidad 🌿.
El posparto: una oportunidad para reconectar con vos
En medio del cansancio, los pañales y las emociones, es fácil olvidarnos de nosotras. Pero este acto simple de mirarte y tocarte con respeto es también una forma de volver a vos. Cuidarte no es egoísmo: es la base desde donde podés cuidar a los demás con más fuerza y serenidad.
✅ Recomendación final
Si tenés alguna condición médica, consultá con un profesional de salud antes de aplicar esta información. Cada cuerpo es distinto, y la orientación profesional siempre es lo más seguro.
En la sección Autoexploraciones de microsalud.blog podés encontrar más consejos y herramientas para mejorar tu bienestar. No estás sola en este camino 💪.