¿Y ahora quién cuida de vos? Después del parto, toda la atención suele centrarse en el recién nacido (y con razón), pero muchas veces la madre queda en segundo plano. Sin embargo, el postparto es un momento profundamente transformador, física y emocionalmente. Por eso, hoy queremos acompañarte con información clara, cálida y útil para que también te cuides vos ❤️.

El puerperio —también conocido como "cuarentena"— es ese período que abarca desde el nacimiento del bebé hasta aproximadamente seis semanas después. Es una etapa de adaptación intensa, donde el cuerpo comienza a recuperarse del embarazo y del parto, y donde también aparecen emociones nuevas, desafíos en la lactancia, cambios hormonales y cansancio acumulado. Saber qué esperar y cómo cuidarse puede marcar una gran diferencia ✨.

Recuperación física tras el parto

El cuerpo necesita tiempo para volver a su equilibrio. Ya sea que hayas tenido un parto vaginal o una cesárea, hay aspectos comunes en la recuperación:

  • Sangrado vaginal (loquios): es normal durante varias semanas. Disminuye con el tiempo, pero si se vuelve muy abundante o tiene mal olor, consultá.
  • Contracciones uterinas: conocidas como "entuertos", ayudan al útero a volver a su tamaño. Pueden sentirse especialmente durante la lactancia.
  • Puntos o suturas: si tuviste episiotomía o cesárea, seguí las indicaciones para su cuidado e higiene. El dolor debería disminuir progresivamente.
  • Descanso: aunque es difícil con un recién nacido, el descanso es vital. Aprovechá los momentos en que el bebé duerme para descansar también.

Salud mental y emocional: el otro pilar

La montaña rusa emocional es parte del posparto. Cambios hormonales, la nueva dinámica familiar y el cansancio pueden traer momentos de llanto, ansiedad o confusión. Esto es habitual y no significa que estés fallando 💛.

Sin embargo, si estos sentimientos persisten más allá de las dos primeras semanas, o si aparecen señales como falta de interés por el bebé, insomnio extremo o pensamientos negativos, puede tratarse de una depresión postparto. No estás sola. Buscá ayuda profesional.

“Cuidar de tu salud mental no es egoísmo, es parte de cuidar a tu bebé.”

Lactancia: un proceso de aprendizaje

Amamantar no siempre es inmediato o fácil. Duele, cansa, confunde... pero también puede ser una experiencia profundamente gratificante. Algunas claves para transitarla mejor:

  • Buscá una buena posición que sea cómoda para vos y para el bebé.
  • El agarre correcto es fundamental: la boca debe cubrir gran parte de la areola, no solo el pezón.
  • No tengas miedo de pedir ayuda a una consultora de lactancia si algo no va bien.
  • Hidratate mucho y alimentate bien: la producción de leche depende en parte de esto.

Alimentación en el postparto

Tu cuerpo sigue necesitando muchos nutrientes, especialmente si estás dando el pecho. Algunas recomendaciones importantes:

  • Incorporá proteínas de buena calidad (huevos, carnes magras, legumbres).
  • No te olvides del hierro (espinaca, lentejas, carnes rojas) y del calcio (lácteos, brócoli, semillas).
  • Tomá mucha agua. La lactancia aumenta la demanda de líquidos.
  • Elegí comidas simples, prácticas y nutritivas. No todo tiene que ser perfecto 🍽️.

Relaciones, apoyo y red de contención

Sentirte acompañada hace la diferencia. No es momento de demostrar fortaleza aislada, sino de pedir ayuda cuando la necesites. Algunas ideas:

  • Pedí que alguien cocine o cuide al bebé mientras te bañás o dormís un rato.
  • Charlá con otras madres. Compartir vivencias alivia.
  • Delegá tareas. Tu única prioridad ahora es recuperarte y vincularte con tu bebé.

Chequeos médicos y señales de alerta

El control postparto con tu obstetra o partera es fundamental. Generalmente se realiza a las seis semanas, pero podés consultar antes si:

  • Tenés fiebre o sangrado muy abundante.
  • Sentís dolor intenso, especialmente en la zona de la cesárea o episiotomía.
  • Notás signos de infección en los puntos.
  • Experimentás tristeza profunda o ansiedad incontrolable.

Ejercicio físico: cuándo retomar

Volver al movimiento también es parte del cuidado, pero con paciencia. Si tu parto fue sin complicaciones, podés comenzar con caminatas suaves a partir de la tercera semana. En caso de cesárea, esperá la indicación médica específica.

El suelo pélvico y la faja abdominal pueden haberse debilitado, por eso conviene consultar a una especialista en fisioterapia postparto para trabajar esos músculos de forma segura.


✅ Recomendación final

Si tenés alguna condición médica, consultá con un profesional de salud antes de aplicar esta información. Cada cuerpo es distinto, y la orientación profesional siempre es lo más seguro.

En la sección Salud femenina de microsalud.blog podés encontrar más consejos y herramientas para mejorar tu bienestar. No estás sola en este camino 💪.

Referencias confiables